Cuando hablamos de sistemas de puesta a tierra, el suelo no es solo un soporte físico, sino un elemento activo y determinante. Su función como medio conductor permite la correcta disipación de corrientes de falla, actuando como un camino de retorno que completa el circuito eléctrico y protege tanto a las personas como a los equipos.

Comprender el comportamiento del suelo es esencial para diseñar mallas eficaces y seguras, especialmente en entornos industriales, mineros o residenciales.

 ¿Por qué es importante la resistividad del suelo?

La resistividad eléctrica del suelo es uno de los factores más influyentes en el rendimiento de un sistema de puesta a tierra. Este parámetro mide qué tan fácil (o difícil) es para la corriente eléctrica fluir a través del terreno.

  • Baja resistividad → Alta conductividad → Dispersión eficiente de corrientes de falla.
  • Alta resistividad → Baja conductividad → Mayor riesgo eléctrico.

Un diseño adecuado debe considerar:

  • Mayor eficiencia en la disipación de energía.
  • Menor riesgo de descargas eléctricas.
  • Mejores condiciones de seguridad operativa.

Por el contrario, un suelo con alta resistividad puede dificultar la dispersión de la energía no deseada, elevando los riesgos de tensiones de paso y de contacto.

Mediciones de resistividad del suelo

Antes de diseñar una malla de puesta a tierra, es fundamental realizar mediciones específicas de resistividad del terreno. Estas permiten:

  • Definir la profundidad óptima de los conductores.
  • Establecer el espaciamiento ideal entre electrodos.
  • Adaptar el diseño a las condiciones geológicas y climáticas del lugar.

También se recomienda realizar mediciones en distintas épocas del año para capturar variaciones por humedad y asegurar un diseño robusto y confiable a largo plazo.

  • Método de Wenner (4 picas)

    • También conocido como método de cuatro puntas.
    • Consiste en alinear cuatro electrodos a distancias iguales y medir la resistencia entre ellos.
    • Ideal para mediciones superficiales, en instalaciones comerciales e industriales.
  • Método de Schlumberger

    • Utiliza dos electrodos de corriente externos y dos electrodos de potencial más cercanos entre sí.
    • Apto para caracterizaciones más profundas del subsuelo.
  • Consideraciones al aplicar los métodos:

    • Condiciones geológicas del terreno
    • Variabilidad climática
    • Necesidades técnicas del proyecto

Recomendaciones prácticas

Para una medición confiable se recomienda:

1. Realizar mediciones en los cinco lados del terreno (como se muestra en diagramas técnicos), y promediar los resultados.

2. Registrar información clave del levantamiento:

  • Nombre del proyecto
  • Ubicación geográfica
  • Fecha y hora
  • Altura sobre el nivel del mar
  • Configuración de los electrodos
  • Marca y modelo del instrumento
  • Condiciones climáticas al momento de la medición

Conclusión

El suelo no debe subestimarse dentro de un sistema de puesta a tierra. Su evaluación técnica precisa, mediante métodos estandarizados y herramientas adecuadas, garantiza la seguridad operativa y el cumplimiento de normativas como:

  • IEEE Std 81
  • Normativa Chilena

Contar con un suelo correctamente caracterizado permite diseñar mallas eficaces que protegen vidas, equipos e infraestructura ante cualquier contingencia eléctrica.